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miércoles, 28 de julio de 2010

EL OSCURO SECRETO DEL SOL

¿Guarda el corazón del Sol el secreto de la materia oscura?

Un equipo de científicos de la Royal Holloway University de Londres cree que sí, que en el interior de nuestra estrella particular se esconde una gran cantidad de materia oscura.

Y que esa materia es, precisamente, la responsable de un descenso en la temperatura del núcleo solar.


El estudio, liderado por el doctor en Física Stephen West, analiza la posibilidad de que partículas de materia oscura hayan quedado "atrapadas" en el centro del Sol y, de sr así, los efectos que tendrían en la dinámica solar y sus propiedades.

"La materia oscura -explica West- constituye más del 80% de la masa total del Universo. Sabemos que la materia oscura existe, pero hasta ahora nunca ha sido producida en laboratorio u observada directamente en experimento alguno, razón por la que tenemos muy poca información sobre lo que realmente es.

Por eso es importante que exploremos todas las formas posibles de probar su naturaleza, y el Sol puede ofrecernos un laboratorio inesperado para hacerlo".

Se piensa que la materia oscura forma un halo que rodea la Vía Láctea y, dado que el Sol se mueve alrededor de nuestra galaxia, debería estar sufriendo las consecuencias de un "viento de materia oscura" a medida que se desplaza a través de ese halo.

Algunas de las partículas de materia oscura, por lo tanto, podrían chocar con alguno los elementos que hay en el Sol y ser capturados por su gravedad.

Lo cual nos lleva a la posibilidad de que las partículas de materia oscura se estén acumulando en el interior del Sol.

Las simulaciones realizadas por los investigadores muestran que el efecto de esa acumulación es una reducción de la temperatura del núcleo solar.

Las partículas de materia oscura, en efecto, pueden absorber el calor del núcleo y transferirlo hasta las capas superficiales de la estrella, enfriando así su centro.

Este cambio de temperatura afectaría al número de neutrinos residuales de las reacciones nucleares del interior del Sol.

Los científicos esperan que, examinando de cerca esos neutrinos, se pueda obtener información sobre las temperaturtas del núcleo y también sobre el papel que la materia oscura desempeña en la física solar.

"El siguiente paso -añade West- es observar más de cerca y comprobar si realmente se producen las variaciones previstas en el número de neutrinos producidos por el Sol como consecuencia de la materia oscura presente en el núcleo".

>En el LHC, el gran acelerador europeo de partículas, ya están planeando realizar experimentos que ayuden a probar la existencia de esta clase de materia oscura.

Fuente: ABC.es

Violentos terremotos espaciales sacuden el campo magnético de la Tierra

Como terremotos en el espacio, los conocidos como espaciomotos son temblores en el campo magnético de la Tierra provocados por el plasma que vuela desde el Sol y que podrían ayudar a generar las coloridas auroras que bailan en la atmósfera, según sugiere un nuevo estudio.


Aunque se sienten con más fuerza en la órbita de la Tierra, estos movimientos pueden también llegar hasta la propia superficie terrestre.

“Las reverberaciones magnéticas se han detectado en estaciones terrestres de todo el globo, de forma muy similar a como los detectores sísmicos miden un gran terremoto”, dice Vassilis Angelopoulos de UCLA, investigador principal de la nave THEMIS de la NASA.

Y estos movimientos pueden pegar fuerte.

“La energía total de un espaciomoto puede rivalizar con un terremoto de magnitud 5 o 6″, de acuerdo con Evgeny Panov del Instituto de Investigación Espacial de Austria. Panov es el primer autor de un artículo que informa de los resultados de un estudio sobre espaciomotos en el ejemplar de abril de la revista Geophysical Research Letters.

Los espaciomotos no son los únicos temblores no terrestres que hay cerca. Los científicos han descubierto los ‘estelarmotos’ (violentas sacudidas dentro de las estrellas), ‘selenemotos’ y ‘asteromotos’ (temblores sísmicos en la superficie de la luna y asteroides, respectivamente).

De hecho, la Tierra puede en realidad estimular los terremotos en asteroides cuando las rocas espaciales vuelan demasiado cerca de nuestro planeta.

En 2007, THEMIS descubrió los precursores de los espaciomotos. La acción se inicia en la cola magnética de la Tierra, que se estira como una manga de viento debido al viento solar que sopla a millones de kilómetros por hora.

A veces la cola se estira tanto y carga tanta tensión, que chasquea como una banda de goma demasiado tensa.

El plasma del viento solar atrapado en la cola sale disparado hacia la Tierra. En más de una ocasión, las cinco naves de THEMIS estaban en la línea de fuego de estos “chorros de plasma”. Claramente, los chorros iban a impactar con la Tierra.

Pero, ¿qué sucedería entonces? La flotilla se movió más cerca del planeta para descubrirlo.

“Ahora lo sabemos”, dice el científico del proyecto THEMIS David Sibeck del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland. “Los chorros de plasma disparan los espaciomotos”.

De acuerdo con THEMIS, los chorros impactan en el campo geomagnético a unos 30.000 kilómetros sobre el ecuador de la Tierra.

El impacto inicia un proceso de rebote, en el cual el plasma entrante rebota arriba y abajo en el reverberante campo magnético, de forma similar a como una pelota de tenis rebota en un suelo alfombrado.

El primer rebote es grande, seguido por rebotes con cada vez menos amplitud conforme la energía se disipa en la alfombra.

“Hemos sospechado desde hace mucho tiempo que estaba pasando algo como esto”, dice Sibeck. “Observando in situ el proceso, no obstante, THEMIS ha descubierto algo nuevo y sorprendente”.

La sorpresa son los vórtices de plasma, enormes remolinos de gas magnetizado tan anchos como la propia Tierra, que giran en el borde del campo magnético.

Las colas de estos vórtices se cree que hacen de embudo a partículas hacia la atmósfera terrestre, disparando las coloridas auroras que danzan en los cielos nocturnos.

MUY CERCA DEL BOSÓN DE HIGGS

Físicos norteamericanos reconocen, días después de que negaran el rumor, que les falta muy poco para detectar el bosón de Higgs, uno de los mayores misterios del Universo.
CERN. Representación del bosón de Higgs.

Hace tan solo unos días, Tommaso Dorigo, un físico italiano de la Universidad de Padua, publicaba en su blog que colegas norteamericanos estaban muy cerca de encontrar el bosón de Higgs, la la llamada «partícula de Dios», que, según la teoría clásica, encierra el misterio de la formación del Universo.

Según decía, era en el Tevatrón, el acelerador de partículas del Fermilab, en Illinois (EE.UU.), donde semejante logro se haría realidad.

La predicción se reprodujo en las webs especializadas. Apenas pasaron unas horas cuando los responsables el acelerador negaban en su Twitter semejante triunfo y acusaban a Dorigo de expandir «rumores» y de intentar «buscar la fama».

Pues el tiempo ha dado la razón al bloguero. Un equipo internacional del Fermilab ha anunciado que la búsqueda del escurridizo bosón de Higgs ha dado un paso de gigante y que están cerca de contestar algunas de las preguntas fundamentales del origen del Cosmos.

Al mismo tiempo, sus colegas del LHC de Ginebra también están seguros de rondar lo mismo.

El anuncio ha sido realizado donde Dorigo sugirió que se haría: en la Conferencia Internacional de Física de Altas Energías que se celebra en París.


El bosón de Higgs es uno de los grandes retos de la Física. Todavía no lo ha visto nadie, pero se considera que puede ayudarnos a arrojar luz sobre la composición del Universo y de la materia oscura.

Su existencia fue propuesta originalmente por el profesor británico de Física teórica Peter Higgs como una solución al enigma de por qué algunas partículas poseen masa y otras no.

Los últimos resultados del Tevatrón, que ha sido obtenidos por los grupos de los experimentos DZero y CDF del acelerador -ambos estudian la interacción de distintas partículas en los niveles más altos de energía- supone reducir significativamente el número de rango de masas que se veía previamente, con un 95% de fiabilidad.

Para obtener el últimos resultado, los investigadores han estudiado más de 500.000 millones de colisiones de protones y antiprotones realizadas en cada uno de los experimentos desde 2001.

Después, los dos grupos combinaron sus resultados para producir los límites de exclusión de la masa de la partícula de Higgs.

«Nuestro último resultado se basa en el doble de datos de los que teníamos hace un año y medio.

A medida que continuemos recogiendo y analizando datos, los experimentos excluirán el modelo estándar del bosón de Higgs o veremos los primeros indicios de su existencia», explica Stefan Soeldner-Rembold, investigador de la Universidad de Manchester y responsable del grupo DZero. «Ahora hay menos espacio para que el bosón de Higgs de oculte».

La rivalidad del LHC

Para John Womersley, que también lideró los programas de ciencia del experimento DZero durante varios años, estos resultados son «un importante paso en el aprendizaje de cómo funciona nuestro universo y por qué existe».

De ser así, el Tevatrón marcaría un importante gol al Gran Colisionador de Hadrones (LHC) de Ginebra. Será cuestión de esperar, porque los físicos europeos no quieren quedarse atrás.

En la misma cita de París, los responsables de la «máquina del Big Bang» han asegurado que sus experimentos están avanzando más rápido de lo esperado y que están cerca de una «nueva física».

El acelerador norteamericano ha realizado importantes progresos en materia de Física de partículas.

En junio, apuntaron la inquietante posibilidad de que existan hasta cinco tipos diferentes del bosón de Higgs, todos ellos con la misma masa.

Un mes antes, lanzaron una novedosa hipótesis de por qué la materia domina sobre la antimateria.

Fuente: ABC.es